Módulo 1: Educación basada en datos


Las contradicciones del Big Data

Vivimos en la era del Big Data. Tal y como señaló Castells (2000), vivimos en una sociedad red, es decir, una sociedad construida en torno a redes personales y corporativas operadas por redes digitales que se comunican a través de Internet. Las transacciones con nuestros datos se han convertido en la nueva moneda de cambio. Los países no luchan ya tanto por el control de las materias primas o el territorio, sino que el principal objetivo político y económico de las grandes potencias es el manejo de toda la información que circula por la red. El control de estos datos otorga a los gobiernos y a las grandes empresas una posición privilegiada en el ámbito del poder a nivel internacional, pero ¿qué es el Big Data? ¿en qué nos afecta a los ciudadanos de a pie esta revolución de la información en Internet? ¿El acceso y el análisis de estos datos nos convierte en una sociedad más eficiente? ¿O por el contrario nos encontramos ante el acceso a una información filtrada y sesgada?

El término Big Data hace referencia al gran volumen de datos, tanto organizados como no organizados, que inundan la redSu importancia no radica tanto en la cantidad de datos disponibles, sino en lo que las organizaciones hacen con ellos ya que mediante su análisis se pueden obtener ideas que influyan en decisiones políticas y en movimientos estratégicos de las empresas. Además, el auge de las redes sociales junto con el progreso de las herramientas computacionales que pueden procesar grandes cantidades de datos hacen posible un enfoque totalmente nuevo respecto al estudio de los seres humanos y de la sociedad (Manovich, 2011, p.5). En el siglo XXI, de acuerdo con Boyd y Crawford (2011), los datos se han convertido a la vez en sustento y contaminación de nuestra sociedad.

Las áreas relacionada con el estudio sociológico y la conducta humana dejan paso a la era computacional en la que ya no interesa tanto saber por qué actuamos como lo hacemos, sino simplemente rastrear nuestro comportamiento en las redes, analizarlo y extraer patrones que determinen qué tipo de comprador, votante o ciudadano somos. La psicología y la antropología no pueden adaptarse a la velocidad con la que sucede todo en Internet. No queda espacio para la reflexión. Big Data is about right now.

Al contrario de lo que pueda parecer, el hecho de extraer una serie de datos de las redes sociales y analizarlos de acuerdo a unos instrumentos propios de las ciencias estadísticas no implica que los resultados y las conclusiones sean objetivas. Debemos plantearnos quién decide qué se analiza y qué datos son los que se escogen como objeto de análisis ya que, a partir de ese momento, entra en juego la interpretación y la subjetividad. Por tanto, no debemos ser llevados a error y dar por válidas todas las estadísticas sobre opiniones y movimientos surgidos en la red. Como usuarios y ciudadanos, tenemos que plantearnos estos interrogantes y ser críticos a la hora de manejar esta información.

Internet (y más específicamente las redes sociales) contiene ingentes cantidades de datos que aportan información muy valiosa sobre cada uno de nosotros y del comportamiento de nuestra sociedad. Sin embargo, no debemos olvidar que los usuarios de las redes sociales como Twitter o Facebook no pueden ser considerados como "toda la gente". Las opiniones que se vierten en estos espacios se suelen considerar como un todo, como una representación de la sociedad, pero tal y como explican Boyd y Crawford (2011), existen muchas variables que deben ser tenidas en cuenta cuando se analizan los datos, como por ejemplo: no todos los usuarios participan (algunos sólo escuchan), no todas las cuentas las lleva un solo individuo (a veces son varios), no todas las cuentas las lleva una persona (a veces son "bots" que publican de forma automatizada).

Y por último, pero no menos importante, como ciudadanos y usuarios de las redes, tenemos que plantearnos e indagar sobre el uso que se hace de nuestros perfiles, nuestros datos, nuestras publicaciones. Tal y como plantean Boyd y Crawford (2011), el hecho de que esta información sea accesible, no quiere decir necesariamente que sea ético usarla con fines políticos, económicos o publicitarios. Tenemos que exigir leyes que nos protejan ante el uso indiscriminado de nuestros datos. Exigir a las empresas políticas de privacidad claras y accesibles. Las grandes empresas que controlan estas redes son las que mayor acceso a los datos tienen por lo que, al final, el estudio y el análisis que se hace de estos es sesgado y no garantiza objetividad en sus resultados. 

A día de hoy, no hay suficientes expertos en Big Data para cubrir la demanda de las empresas. El mercado laboral pide cada vez más profesionales que sepan tratar la enorme cantidad de información que generamos a cada paso digital que damos: visitas, compras, fotos, búsquedas, ubicaciones, comentarios en redes sociales, etc.

El informe anual de LinkedIn de 2018 sobre los empleos más emergentes señalaba que tres de los puestos con más demanda en Estados Unidos eran posiciones relacionadas con los datos masivos. Además, IBM pronostica que la demanda de este tipo de profesionales crecerá un 28% de aquí a 2020. Por tanto, es necesario reinventar la educación de acuerdo a esta nueva situación y aprender a utilizar el análisis de datos para ofrecer una enseñanza realmente adaptada a las necesidades e intereses reales de cada individuo:



Bilbiografía:


Boyd, D. y Crawford, K. (2011). Six Provocations for Big Data. A Decade in Internet Time: Symposium on the Dynamics of the Internet and Society. Retrieved from: http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.1926431

Castells, M. (2000). Internet y la sociedad red. En Lección inaugural del programa de doctorado sobre la sociedad de la información y el conocimiento (Vol. 111, pp. 154–162). Disponible en:  http://www.uoc.edu/web/cat/articles/castells/castellsmain2.html

Common Craft (n.d.). Big data [Video file]. Retrieved from: https://www.commoncraft.com/video/big-data

Manovich, L. (2011). Trending: The Promises and the Challenges of Big Social Data, Debates in the Digital Humanities, ed M.K.Gold. The University of Minnesota Press, Minneapolis. Retrieved from:

Mayer-Schönberger, V (2018). Un programa de enseñanza para cada alumno, diseñado con ‘big data’. Disponible en: 

Sánchez, B. (2018). Tres opciones para formarse en ‘big data’ (aunque no sepas matemáticas ni programar). El País. Recuperado de: https://elpais.com/economia/2018/09/25/actualidad/1537873571_373838.html

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